El 2017 comenzó con una gran noticia para los padres, ya que
ampliará el permiso de paternidad de 13 días a cuatro semanas
ininterrumpidas. Así pues, en 2018 el Gobierno quiere adoptar una nueva
ampliación de una nueva semana de permiso para los futuros padres, hasta
conseguir un total de 5 semanas para el permiso de paternidad.
El primer aumento de este año estaba bajo el amparo de la Ley 9/2009, de
6 de octubre, cuya entrada en vigor fue el pasado 01/01/2011, la grave
crisis macro económica padecida por nuestro país, obligó al Gobierno a,
desde entonces, aplazar esta entrada en vigor año tras año a través de
la Ley de Presupuestos Generales del Estado (LPGE).
Al parecer, a
esto ha favorecido el pacto de investidura firmado entre PP y
Ciudadanos ya que ha sido este, el que ha propiciado que entrase en
vigor con carácter inminente esta ampliación, así como la que está
prevista para el 2018, una vez se aprueben los Presupuestos Generales
del Estado.
El permiso de paternidad es una prestación económica
con cargo directo a la Seguridad Social, de cuantía igual al 100% de la
base de cotización, que el trabajador tiene reconocida en el mes
anterior al nacimiento del hijo. Incluye los supuestos de nacimiento de
hijo, adopción o acogimiento, ampliables en el supuesto de parto,
adopción o acogimiento múltiples, en dos días más por cada hijo a partir
del segundo.
Para Puri Laserna, asesora jurídico-laboral en GM
Integra RRHH, entiende que “la voluntad del actual Gobierno es
incrementar este permiso de forma gradual hasta equipararlo al de
maternidad con una doble finalidad. Primero, que las mujeres puedan
contar con sus parejas para conciliar la vida familiar con su vida
laboral, y segundo y no menos importante, conseguir un aumento de la
natalidad en un país en el que el actual sistema de pensiones públicas
está en jaque”.
Pero para Puri Laserna, estas medidas, como el cheque guardería para familias con menos recursos y niños menores de 0 a 3 años, “son insuficientes, pues no se potencia la incorporación real y efectiva de la mujer en el mercado de trabajo”. A su juicio “estas medidas deberían ir acompañadas de otras que incidan en eliminar la rigidez y el encorsetamiento que existe en nuestro ordenamiento legal actual respecto a la jornada laboral y el tiempo de trabajo, potenciar fórmulas que permitan una real y efectiva conciliación de la vida familiar y laboral, como el teletrabajo, la flexibilización de la jornada laboral, servicios de guardería en los centros de trabajo,…….. En definitiva, políticas que consigan que las empresas no vean a las trabajadoras que han sido madres como un lastre porque trabajan menos horas y en consecuencia, peor. Eliminar la creencia de que “Trabajar muchas horas = trabajar bien”.
Daniel Ruiz, Director de RRHH en
BQ, opina que, estas medidas son: “el reconocimiento por parte de la
sociedad de que se ha producido un cambio cultural que es la
equiparación de la figura del padre y la madre en la unidad familiar. Si
bien estamos lejos de igualar ambos permisos, considero que esto debe
hacerse de una forma progresiva para que empresas y personas asimilemos
esta realidad” así mismo ha indicado que “Al igual que el Estado prevé
una partida en los PGE, las empresas debemos hacer nuestros planes de
sustitución de estos profesionales para que la cobertura de estos
periodos de ausencia no suponga en ningún caso una disminución del
rendimiento o la calidad de nuestro producto o servicio, y por tanto
padres y madres puedan dedicar este tiempo al correcto cuidado de sus
hijos sin temer por un perjuicio en sus condiciones laborales futuras o
en su desarrollo profesional dentro o fuera de la compañía”.
Por
último, Daniel Ruiz indica que “poniendo la vista en el medio y largo
plazo, cualquier medida que fomente un aumento de la natalidad en España
es una buena noticia, ya que supone un freno al deterioro de la
pirámide poblacional que supondrá sin tardar mucho una caída de la
pensión percibida en relación al sueldo y la necesidad de modificar los
sistemas de financiación para mantener la viabilidad del actual estado
de bienestar”.
Cabe recordar que la baja por maternidad consta en
nuestro país de 16 semanasque se deben disfrutar ininterrumpidamente
pero que la ley permite que la madre ceda hasta un máximo de diez
semanas de permiso al padre, siempre y cuando las seis primeras semanas
posteriores al parto las disfrute la madre. De esta manera, los padres
suman un total de 20 semanas de permiso entre ambos.
Aún estamos lejos de países como Suecia, que cuenta con 16 meses repartidos entre padre y madre, o Noruega que cuenta con 14 meses, pero más cerca de nuestros vecinos europeos.
Aún estamos lejos de países como Suecia, que cuenta con 16 meses repartidos entre padre y madre, o Noruega que cuenta con 14 meses, pero más cerca de nuestros vecinos europeos.
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