El
coste medio por trabajador ha caído por cuarto trimestre consecutivo hasta los
2.480 euros, en la que el salario medio de 1.639 euros es un 16% inferior a la
media europea y en el que desde que terminó 2011 uno de cada tres asalariados
es mileurista.
¿Dónde
está el límite? "el Estado tiene que asegurar que la pobreza no conduce a
la exclusión social, porque la primera es reversible, pero la segunda no".
Los
trabajadores españoles se preparan para un nueva vuelta de tuerca
extraordinaria en el mercado laboral. Los expertos dan por hecho que el
Gobierno seguirá las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI),
que además de una nueva reforma que abarate el despido y reduzca el número de
contratos pidió este miércoles nuevas rebajas de salarios para sacar al país de
la depresión económica.
Una
España en la que el coste medio por trabajador ha caído por cuarto trimestre
consecutivo hasta los 2.480 euros, en la que el salario medio de 1.639 euros es
un 16% inferior a la media europea y en el que desde que terminó 2011 uno de
cada tres asalariados es mileurista. ¿Van a bajar mas los salarios? ¿A qué
ritmo?
"la
caída de los salarios llegará al 40% en el período entre 2007 y 2014",
"está muy claro que la decisión de sacar adelante una reforma laboral ya
está tomada. Nos enfrentamos a una desregulación aún mayor del mercado laboral
y a una mercantilización de las relaciones laborales".
Las
cifras asustan y reabren el debate de hasta qué punto agiliza el mercado de
trabajo facilitar y abaratar el despido. Según datos de la Agencia Tributaria,
el 30% de los trabajadores cobra menos del salario mínimo y, según los datos de
Eurostat, España fue el segundo país de Europa tras Eslovenia donde más bajaron
los costes laborales por hora en el primer trimestre.
Las
nuevas rebajas de salarios dependerán de hasta qué punto las empresas puedan
despedir con más facilidad en el nuevo marco laboral que se avecina. Por un
lado, porque quienes se puedan reenganchar al mercado laboral lo harán
asumiendo recortes salariales del 40% y del 50% y, en segundo término, porque
quienes continúen en las compañías tendrán que aceptar más rebajas, como ha
sido una constante desde que empezó la crisis.
Una
situación está última que se va a recrudecer si España obedece al FMI, que pide
“reformas más profundas en la negociación colectiva”. es decir, que las
empresas con problemas económicos puedan rebajar los salarios saltándose los
convenios colectivos. Es lo que se denomina como “cláusulas de descuelgue”.
Despido
más barato
"A
lo que mejor lo que nos está diciendo el FMI es que hay que abaratar más el
despido. El ajuste real de los salarios viene por la gente que se queda fuera
del mercado. Vamos a ver grandes cambios, a lo mejor con modelos de contrato
que permitan tener trabajadores a disposición de la empresa, durante por
ejemplo tres horas cuando sea necesario. Como si fueran empresas de trabajo
temporal, pero sin serlo".
En
este escenario, ¿dónde está el límite?
"el Estado tiene que asegurar que la pobreza no conduce a la
exclusión social, porque la primera es reversible, pero la segunda no". Y
cree que los límites a los recortes salariales deben se los que impone el
Comité Europeo de Derechos Sociales en el artículo 25 de la Carta Social
Europea. Es decir, que un salario digno es el equivalente a, al menos, el 60%
del salario medio del país. Una medida que en España supondrían unos 900 euros
mensuales.
Una
cifra muy alejada de las polémicas conclusiones expuestas el pasado mes de mayo
por el Banco de España, que abogada por la introducción de "mecanismos
excepcionales para evitar que el salario mínimo -que alcanza los 645,3 euros
mensuales- actúe como una restricción para grupos específicos de trabajadores
con mayores dificultades para su empleabilidad".
Es
decir, suprimir el salario mínimo para los trabajadores menos cualificados y
que las empresas puedan contratar pagando menos de lo que marcan los convenios
colectivos. Una filosofía que aplauden los empresarios y que ha sido defendida
por Esperanza Aguirre. Tras la batería de recomendaciones del FMI, lo peor
puede estar por llegar.