Con
una deuda de 2.830 millones derivada del alto precio pagado en 2007 por
Caprabo, la cadena vasca no puede seguir la guerra de precios abierta por sus
competidores y se hunde cada día más en números rojos.
Hubo
un tiempo, antes de que estallaran las hipotecas subprime y cayera Lehman
Brothers, en el que el consumo crecía con fuerza en España y nadie tenía miedo
a endeudarse y a acometer operaciones muy por encima a veces de sus
posibilidades. Parecía que el dinero fluía, que nunca se agotaba. Pero pasó, y
hay compañías que están pagando muy caros los errores y excesos de entonces. El
ejemplo más claro en el mundo de la alimentación, la distribución y el gran
consumo es el de Eroski, una empresa de la cooperativa Mondragón.
Uno
de los principales problemas con los que se ha enfrentado la empresa es el
elevado peso de su endeudamiento financiero, que se eleva a 2.830 millones de
euros, derivado, sobre todo, de la adquisición de Caprabo en 2007 por 1.300
millones de euros.
En
los últimos años, y ahogada por la caída del consumo, la compañía que preside
Agustín Markaide ha tenido que acometer un severo plan de ajuste y
desinversiones -entre otras cosas tuvo que vender en 2011 sus siete
hipermercados en la Comunidad de Madrid al grupo Leclerc- pero eso no ha sido
suficiente para evitar la espiral de pérdidas y caída continua de las ventas.
Su
plantilla: un 25% menor
Desde
2008, la empresa ha perdido 386 millones de euros. Y lo peor es que lejos de
frenarse, la tendencia va a más. El ejercicio pasado, por ejemplo, los números
rojos se elevaron a 121 millones, lo que supone el triple que un año antes. Y
la facturación de Eroski, que no ha conseguido adaptarse a las nuevas
exigencias del consumidor ni hacer frente al avance de Mercadona, ha pasado de
8.102 millones al inicio de la crisis, en 2008, a 6.221 millones de euros. Es
un 23,2% menos que un año antes. En la misma línea, los fondos propios de la
empresa han disminuido un 40%, hasta los 746 millones de euros. En línea además
con el resto de la economía española, durante estos últimos años, la plantilla
de Eroski se ha reducido de forma radical. Es cierto, que no todo el empleo se
ha perdido porque parte de los trabajadores están ahora integrados en las
empresas que, como la francesa Leclerc, se quedaron con tiendas, pero aun así
el recorte es elevadísimo.
En
2008 la compañía tenía 52.705 trabajadores en plantilla, gran parte de ellos
cooperativistas; y al cierre del último ejercicio el pasado 31 de enero, esa
cifra se había reducido a 39.862 empleados. Es decir, que con la crisis,
Eroski, antaño uno de los motores en la creación de empleo en toda España, ha
recortado su plantilla en 12.843 personas. O lo que es lo mismo, la ha reducido
casi un 25%.
No
puede competir con precios más bajos
Uno
de los principales problemas con los que se encuentra la empresa es que, debido
a su elevada deuda y teniendo en cuenta los enormes costes financieros que ya
soporta, tiene muy complicado seguir la estrategia de bajada de precios puesta
en marcha por todos sus demás competidores, y con ello se queda fuera de la
batalla que se vive en el mercado.
Eso
al margen de que al haber disminuido considerablemente su red de
establecimientos y, con ello, su tamaño, su poder de negociación con la industria,
lógicamente, también disminuye.
La
deuda sigue creciendo
Lo
peor además es que, aunque la deuda a corto plazo se ha reducido desde 381 a
209 millones en el último ejercicio, los créditos a largo aumentan de forma muy
considerable, pasando de 2.274 millones a 2.620 millones. El total de los
compromisos financieros de la compañía asciende así a 2.829 millones, lo que
supone un 6,5% más que un año antes.
Para
intentar salir de esta situación, que empieza a ser agónica, la cooperativa ha
diseñado un Plan Estratégico 2013-2016, que apuesta por reducir los costes,
intentar bajar los precios, profundizar en el desarrollo de los nuevos modelos
de hipermercado y supermercado de proximidad y en un nuevo programa de
fidelización con clientes.
"Se
trata de un ambicioso Plan Estratégico que en su faceta de reducción de costes
está ya aportando importantes mejoras que permiten anunciar la bajada de
precios de los productos más importantes de la cesta de la compra a lo largo
del mes de junio", asegura la compañía.
Esta
bajada, según el tamaño de la tienda, puede afectar hasta a 3.000 productos,
aunque se desconoce, por el momento, cuáles serán los porcentajes que se
aplicarán. En el sector, en cualquier caso, se da por hecho, que es
prácticamente imposible que bajen en la misma profundidad que el resto de sus
competidores porque los números rojos crecerían aún con más fuerza. Eroski
sigue así, en cualquier caso, los pasos de otras compañías que han anunciado
también medidas similares en los últimos meses, como Mercadona, Carrefour,
Alcampo o El Corte Inglés.
El
problema añadido es que, al contrario de lo que sucede en estos casos, Eroski
está ajustando costes a base de vender o cerrar centros y reducir su plantilla.