viernes, 7 de junio de 2013

LOS EXPERTOS APRUEBAN EL INFORME QUE RECORTA LAS PENSIONES CON EL VOTO A FAVOR DEL REPRESENTANTE DE CCOO

El representante del UGT vota en contra, el del PSOE se abstiene y los otros nueve miembros de la comisión, vinculados a la banca y a las aseguradoras, dan su visto bueno.

El informe de los expertos plantea menores pensiones en el futuro

El informe elaborado por el Comité de Expertos designado por el Gobierno para diseñar el factor de sostenibilidad ha recibido diez votos a favor, uno en contra y una abstención. Entre los que han votado a favor se encuentra el director del Gabinete de Estudios de CCOO, Miguel Ángel García. El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, que ha representado a UGT en el consejo de administración de RTVE, Santos M. Ruesga, ha sido el único que ha votado en contra del informe; mientras que el catedrático del Derecho del Trabajo y afín del PSOE, José Luis Tortuero, ha decidido abstenerse.

Estos tres expertos eran hasta ahora los más críticos con las propuestas del Comité. Pese a no haber votado todos en contra, los tres incluirán un voto particular al informe final, que han explicado que esta misma tarde se entrega en el Ministerio de Empleo.

La mayoría del comité de expertos está integrado por personas que han estado a sueldo de la banca y de las aseguradoras. Son Víctor Pérez-Díaz, presidente del mismo; Manuel Lagares Calvo; José María Marín Vigueras; Santos M. Ruesga Benito; Miguel Ángel Vázquez Burgos; J. Ignacio Conde-Ruiz; Rafael Doménech Vilariño; José Enrique Devesa Carpio; Mercedes Ayuso, Miguel Ángel García Díaz; Francisco Castellano Real y José Luis Tortuero Plaza.

El informe propone que las pensiones definitivamente dejen de revalorizarse anualmente de acuerdo con el IPC, como ha sucedido en los últimos años, y que lo hagan en función de los ingresos y gastos del sistema, sin descartar que puedan subir por encima de la inflación, lo que permitiría ganar poder adquisitivo en tiempos de bonanza.

Según fuentes cercanas al Comité de Expertos, el objetivo de sus propuestas es conjurar los riesgos demográficos y económicos que en los próximos años es previsible que impacten en las pensiones. Así, ambas fórmulas deberían funcionar con un alto de grado de automatismo y funcionar como un mecanismo de revalorización y de corrección de desequilibrios si éstos se produjesen, pero también como una alerta para que, en su caso, se puedan prever. En la práctica, esto suponía aplicar cambios tanto para los futuros pensionistas, como para los actuales beneficiarios. Para estos últimos, en dicho texto se señalaba que el valor nominal de las actuales pensiones no podría bajar, sino, en todo caso, quedar congelado, y asimismo establecía como techo el IPC, con la idea de derivar el ahorro resultante al Fondo de Reserva de la Seguridad Social.


Este planteamiento recibió las críticas de los expertos de izquierda, lo que obstaculizó, junto a otras cuestiones, la posibilidad de un acuerdo. Semanas más tarde, los expertos introdujeron cambios en el texto y ahora se contempla que la revalorización de las pensiones pueda ser mayor o menor que el IPC, siempre que con ello se garantice el equilibrio o se genere superávit, en función de los ingresos y gastos del sistema. De este modo, cuando haya más gastos que ingresos, habrá una moderación del incremento o una congelación de las prestaciones, con la previsible pérdida de poder adquisitivo, mientras que en el caso contrario podrán revalorizarse incluso por encima de la evolución de los precios.

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