miércoles, 26 de junio de 2013

LAS PREFERENTES DE EROSKI Y FAGOR SE DESPLOMAN 'CONTAMINADAS' POR EL CASTIGO A LAS PERPETUAS DE LA BANCA

Ambas cooperativas tienen emitidos títulos por un nominal de 845 millones que fueron comprados por unos 40.000 inversores

Jorge Chamizo.– Los inversores que compraron deuda subordinada perpetua de las cooperativas  Eroski y Fagor, conocida como las preferentes vascas, tienen ante sí un negro panorama. Los 845 millones depositados en esos títulos se han depreciado de forma brutal en los últimos meses, y cotizan a precios similares a los de los títulos perpetuos de la banca nacionalizada. Son cerca de 40.000 ahorradores que ahora ven como esa deuda  vale entre el 35% y el 42% del nominal, según la emisión de que se trate, Es decir, que cotizan con descuentos de entre el 58%  el 65%, Son precios mínimos, similares a los que se registraron entre julio y octubre del año pasado fruto del efecto  ‘contaminación' producido por la crisis de la deuda soberana, la debacle de las preferentes de la banca  y la sangría del consumo, que está afectando a las cuentas de resultados de ambas cooperativas.

Dada la sensibilidad que provocan estos temas y las necesidades acuciantes de algunas familias que invirtieron en estos productos, el asunto ha recalado en el Parlamento Vasco, que lo está estudiando en comisión. Las cooperativas niegan que haya habido estafa con esos títulos y se declaran dispuestas a buscar una solución justa para los inversores que reclaman sus depósitos, aunque no han especificado cuál.

Al mismo tiempo, han intentado ponerse de perfil al esgrimir que tanto Eroski como Fagor emitieron el producto, pero éste fue vendido por varias entidades bancarias, que fueron -añaden- las que tuvieron la relación directa con clientes.

Eroski lanzó cuatro emisiones de aportaciones financieras subordinadas en 2002, 2003, 2004 y 2007 por un valor total de 660 millones de euros. Hasta ahora ha abonado 270 millones de intereses. Fagor por su parte lanzó dos emisiones en 2004 y 2006, por valor de 185 millones,  por los que ha pagado hasta el momento 82 millones de intereses.

Las asociaciones de consumidores se quejan abiertamente de la actitud de las cooperativas. Kaltetuak, la principal asociación de tenedores de estos productos financieros, no ve cambio de actitud de las cooperativas para arreglar el problema porque  siguen diciendo que todo "lo hicieron legalmente".  Una de las principales críticas de los afectados por las subordinadas se centra en la modificación de la ley vasca de cooperativas aprobada por el Parlamento en el 2000. Gracias a este cambio legislativo, las empresas del grupo Mondragón tuvieron la posibilidad de generar las preferentes que luego comercializaron las entidades financieras. Para esta asociación, ese cambio normativo  choca con la norma estatal del consumidor de 2007 y al menos con una directiva europea que protege los derechos de los consumidores.

Adicae, por su parte, ha interpuesto una demanda en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao por la comercialización de esos títulos, realizada por BBVA. Eroski ha reclamado que se retire porque a su juicio es "absolutamente inconsistente".

´Más allá del grave problema de imagen de las preferentes, detrás del desplome del precio de las emisiones de Eroski late la mala evolución de la cadena de distribución. La cooperativa registró el año pasado pérdidas de 60 millones de euros frente a los beneficios de 42 millones logrados en 2011.

El resultado deriva de la recesión que sufre España y de un importante esfuerzo en provisiones realizado por la firma, que aprobó una dotación extraordinaria de nada menos que 214 millones en un ejercicio de prudencia por si el escenario no mejora demasiado. La firma de la Corporación Mondragón trabaja ya en un Plan Estratégico, basado en nuevos modelos de súper e híper de mayor proximidad al cliente, con el que aspira a dar la vuelta a la actual situación.

Sin tomar en cuenta esa dotación, el resultado operativo de la cooperativa fue positivo; en concreto, de 100 millones de euros, en línea con el de años anteriores. Semejantes provisiones responden a la decisión de los gestores de Eroski de generar un colchón suficiente para cubrir eventuales deterioros en la valoración de sus sociedades participadas ante el empeoramiento del contexto macroeconómico. Una de esas filiales es la cadena de supermercados Caprabo. En conjunto, el grupo cooperativo perdió 121 millones.

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