Los convenios con mejoras
retributivas han caído a la mitad desde el inicio de la crisis, en buena parte
a la resistencia de los empresarios a aceptar alzas de los salarios.
A falta ya sólo del dato de
diciembre, que se conocerá a lo largo de las próximas semanas, todo apunta a
que la negociación colectiva mantuvo un nivel muy bajo en 2017. Hasta el
30 de noviembre se habían registrado 3.130 convenios con efectos
económicos, frente a los 4.858 de todo el año anterior, según la información
que obra en poder del Ministerio de Empleo.
El retroceso de la negociación
colectiva ha sido brutal desde el inicio de la crisis, debido en buena parte a la
resistencia de los empresarios a aceptar subidas salariales. En 2007 había
6.016 convenios que las incluían; es decir, prácticamente el doble que en
noviembre de 2017. El peor dato de los diez años transcurridos desde entonces
correspondió a 2016, con sólo 2.967.
Si se toma como referencia el
volumen de trabajadores afectados, las cifras son abrumadoras: en 2007 eran
11,6 millones, mientras que en noviembre de 2017 no llegaban a 6,7 millones
(casi cinco millones menos). También disminuyó el número de empresas, que
pasó durante ese periodo de 1,4 a 0,9 millones, sumando las que tenían su
propio convenio y las que estaban acogidas otros de ámbito superior (sectorial
o territorial).
La subida salarial pactada en
los primeros once meses del pasado ejercicio fue del 1,43%, casi dos
décimas por encima del IPC anual de 2017, que se situó en el 1,2%, según el
indicador adelantado del Instituto Nacional de Estadística. Eso muestra una
leve ganancia de poder adquisitivo, pero sólo para los trabajadores cuyos
convenios contemplaban un aumento retributivo.
En diez años, la capacidad de
compra sólo ha mejorado en dos puntos: 15,63% de subida salarial acumulada
frente a un alza del IPC del 13,2%
Durante los últimos diez años, la
capacidad de compra en dicho colectivo ha avanzado más de dos puntos, como
resultado de una subida salarial acumulada del 15,63% y de una inflación del
13,2%. Pero hay muchos trabajadores que no se han beneficiado de ello,
debido a que sus patronos se han negado a mejorar los sueldos o incluso los
han rebajado amparándose en las dificultades económicas.
Como es tradicional, las
subidas salariales fueron menores en los convenios de empresa que en los de
ámbito superior. Entre enero y noviembre de 2017, en concreto, ascendieron
al 1,13% y al 1,45%, respectivamente. Desde el inicio e la crisis la diferencia
estuvo más acentuada: 14,04% frente a 15,79%, siempre según los datos ofrecidos
por el Ministerio de Empleo.
Los convenios colectivos con
efectos económicos registrados desde 2007 contemplan también un ligero
descenso de la jornada de trabajo, que entonces ascendía a 1.749 horas
anuales de media y en noviembre del año pasado se situaba en 1.738,3. Tampoco
en este caso se trata de un beneficio extensivo a todas las empresas, pues
aquellas que aceptan subir los salarios son las que en teoría van mejor.
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