Lee hasta el final y entérate de toda la verdad, que no te tomen el pelo.
El pasado 6 y 28 de julio, se sucedieron dos fenómenos cruciales en nuestra empresa ya que, la UGT GEA Madrid, ganamos en el Tribunal Superior de Justicia, dos conflictos colectivos interpuestos contra la empresa Grupo El Árbol.
Uno, en materia de modificación sustancial de las condiciones laborales,
por modificar las jornadas y pagos por domingos trabajados, en la que el juez
estimó que todos los trabajadores deben ser repuestos a sus condiciones y se
les tiene que abonar todas las cantidades adeudas desde febrero del 2020.
Y otro que, ganamos
la demanda interpuesta contra el Grupo el Árbol por la compensación de los
atrasos del convenio colectivo. En donde el juez del Tribunal Superior de
Justicia, estimó que la UGT tiene razón, y la empresa debe
abonar los atrasos generados del convenio colectivo, ya que, no se puede
compensar y absorber.
La Empresa, en
su empeño por oprimir al trabajador y quitar todos los recursos y derechos que
pueda, no aceptando la sentencia del Tribunal Superior de Justicia, para no
acatar lo dictado por su señoría, o alargarlo lo más posible, ha recurrido
ambas sentencias.
Pero, el espíritu luchador
y ganador de la UGT GEA, para y por,
las personas trabajadoras de la Plaza de Dia, está presente para esta batalla.
La épica no puede
entenderse sin el esfuerzo y la victoria.
Uno no debe desistir en su actitud positiva pase lo que pase, y
es por ello que hemos demando ambos recursos, por lo que más pronto que tarde
la Empresa, se dará de bruces con su estrechez mental y con la realidad, y
tendrá que dar a las personas trabajadoras lo que es de justicia, que no es ni
más ni menos que, lo que se han ganado con el sudor de su frente.
Por otra parte, informaros, que Fetico, como no. En su circo de
mamarrachadas, debe ser, que demandó a la Empresa para ir con el cuento a los
trabajadores de que habían demandado el recurso enseñando el papel. Pero este
seudo sindicato, ha desistido en la demanda y la ha retirado, porque ya sabéis,
que no se enfade mamá GEA...
¡Más claro agua!
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